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Homenaje a Esteban Sánchez
Centro cultural Alcazaba Mérida 10 de febrero de 2004
Presentación de Rosa María Lencero
¡Buenas noches!
Tal vez, la mejor manera de iniciar este homenaje a Esteban Sánchez Herrero, sea extrayendo del Diario íntimo de Unamuno a quien tanto admiró el maestro, dos frases, una de ellas es la que nos introduce en el programa de este II Ciclo de Conferencias y Conciertos y especialmente este que se rinde ante un gran artista y que nos ha congregado aquí:
"No hay música más grande ni más sublime que el silencio..., la música ... es como la palabra del silencio..."
1997 fue el punto de partida, desafortunadamente, de este Homenaje a un hombre extremeño y español que de puro humano hizo de la música casi su exclusiva morada de pensamiento y obra: Esteban Sánchez.
Y, por fortuna, el tesón mostrado aquel triste año de la muerte del gran pianista extremeño, por la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Mérida, junto a la dirección del Conservatorio Profesional de Música emeritense, logró que el nombre de Esteban Sánchez se perpetuara en el lugar donde enseñó y dirigió compartiendo empeño y vida.
Rosa María Lencero en un momento de su documentada
y poética disertación
Nació y casi murió en la hermosa Orellana la Vieja. Vivió con intensidad y la muerte viajera lo esperó en el camino. Vocación musical desde los 6 años gracias a un tío abuelo maestro de capilla de la Catedral de Plasencia. Se entregó al piano demostrando ser un virtuoso exquisito premiado repetidamente a nivel internacional. Becado en París y Roma, becado por la fundación española Juan March. A los 20 años era un pianista consagrado, estaba, en palabras de uno de sus biógrafos, "totalmente poseído por la música". En Italia le llamaban "el jovencísimo español Herrero".
Europa y América gozaron con sus conciertos magistrales de la mejor música española: Albéniz, Turina, Falla o Granados y cómo no de la europea de Beetthoven, Liszt, Schumann, Mendelssohn, Rachmaninov y un largo etcétera.
Pero Extremadura era para él la madre que alentaba la otra mitad de su vida, complementaria a la música, de ahí que a Esteban Sánchez le interesaran las melodías folclóricas de nuestra etnomusicología extremeña dentro de la propia música popular española. Así nacieron de su genialidad las 14 piezas para piano de "Caminos del sur", su primera suite compuesta con esa expresividad que improntaba en toda su obra. Títulos como: A lo lejos Tentudía, En el paseo de la isla (Plasencia), Canción-nocturno (a Guadalupe), Desde Sierra Nevada a Lusitania, o lo que es lo mismo decir, de Granada a Mérida.
En palabras suyas, pudo haber sido un gran escritor, pero se dejó atrapar por la música, con la que también llegó a ese pueblo sencillo al que quería acercarse con sus versos. Palabras suyas son el quitarse las cadenas del piano y entregárselas a los versos. De su espíritu poético surgieron Tres meditaciones sobre textos de San Juan de la Cruz. Esteban Sánchez buscaba la belleza y la encontraba en lo más sublime y en lo más sencillo de la vida, su cultura autodidacta contrastaba con su magnífica formación musicológica y docente. Un hombre de conversación amena y humorística, entusiasta y vital.
En 1978 regresó a Extremadura, lo más cerca posible de su Orellana, al Conservatorio de Badajoz y después afincado en la Mérida romana de su música y sus versos. Amigo humano de los grandes poetas Manuel Pacheco, que describe en su biografía cómo escuchó a Esteban en un concierto de adolescente en Badajoz, de Jesús Delgado Valhondo y de Luis Álvarez Lencero, con quienes después compartió vinos y alegría en los veladores del Guadiana.
En el 85 se le distinguió con el honor de ser nombrado académico de la Real Academia de Extremadura. Con varios compañeros suyos académicos, aquel frío y soleado 4 de febrero de 1997, le acompañamos hasta su última morada donde la música de la tristeza y el silencio ahora sin palabras, arroparon el cuerpo de aquel hombre que pudo haberlo sido todo en la música extremeña, española y universal.
Si para Esteban Sánchez la Suite Iberia de Albéniz era la música sublime del alma española, para nosotros los extremeños, el recuerdo armónico de su risa es el pentagrama mágico de su eternidad. Ya lo dejó dicho en sus versos:
Esta es mi tierra.
Aquí he nacido.
Este Homenaje está magníficamente acompañado por un recital de piano, ofrecido por otro extremeño universal, JOSÉ MARÍA PINZOLAS, concertista de gran éxito en los ámbitos musicales de categoría mundial. Premios, reconocimientos y éxitos que son todo un lujo esta noche a nuestro alcance en este Auditorio emeritense que por cierto, hoy cumple años, es el quinto aniversario de su inauguración.
José María Pinzolas interpretando a Bach
Una vida de dedicada a la música y a la perfección. Una vida consolidada como una de las grandes figuras españolas del piano. Desde Hamburgo, su lugar de residencia, JOSÉ MARÍA PINZOLAS desplaza su virtuosismo a este rincón extremeño para ofrecernos su aplaudidísima interpretación de BACH en sus reconocidas PARTITA Nº 1 y PARTITA Nº 2, BWV 825 y 826 respectivamente. En la segunda parte José María Pinzolas nos ofrecerá las Sonatas de BEETHOVEN, la nº 8, op.13 en Do menor, "Patética" y la Sonata nº 23,op.57 en Fa menor, "Apasssionata".
Que ustedes disfruten plácidamente de esta velada, donde emulando a Fray Luis de León, el aire se serenará y se llenará de hermosura . ¡Buenas noches!
Mérida, 10 de febrero de 2004.
El pianista José María Pinzolas, la Directora del Conservatorio de Música de Mérida Eulalia Atienza,
la escritora Rosa María Lencero y y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Mérida Fernando Molina